Translate

lunes, 24 de octubre de 2016

Roberto Caló

Fue uno más de la dinastía creada por el matrimonio de José Caló y Natalia Pantano. Los criaron a sus 16 hijos en el barrio porteño de Balvanera, por donde anduvieron los Canaro y tantos tangueros que anclaron con fuerza en la historia de este género musical. Roberto, que fue el tercero de la prole, con su pinta de galán, si bien estudió música, arrancaría como cantor, algo muy típico en una ciudad poblada de supuestos sucesores de Gardel y que tenía como vecino a Carlos Dante.

Su hermano Miguel sería el más famoso de la "troupe", como bandoneonista y especialmente en su lunga etapa de director, al frente de una orquesta laureada por el público. Juan, bandoneonista, se radicaría en Estados Unidos (Lo vi en un teatro de Madrid al frente de su orquesta y 4 parejas de bailarines). Antonio y Armando formaron el conjunto de jazz Tony-Armand, que tuvo bastante trabajo en su momento. Salvador, con su nombre artístico de Freddy, se instalaría en Miami.

                                   
Roberto Caló en su época de cantor


Roberto comenzó cantando en varias radios, avanzando paulatinamente en su cometido, con una voz no demasiado potente, pero bien afinada. Su hermano Miguel lo llama para suceder como vocalista de su orquesta a Roberto Morel. Alcanzará a grabar solamente dos temas: el tango Dulce amargura y el foxtrot Luces del puerto. Enseguida se larga a formar su propia orquesta en dupla con su hermano Juan, y como no llegaron a establecerse en el gusto del público, decidió mandarse a canturrear por esas tierras de América, siguiendo los pasos de Charlo, a quien admiraba.

Se acompañaba en el piano y la pinta le ayudaba, amén de su gusto para cantar. Cuando vuelve, el tango estaba en plena ebulllición y decide formar su propia orquesta, que dirige como su hermano Miguel, con su presencia delante de los músicos y una imaginaria batuta. La orquesta siempre sonó muy bien porque tuvo la oreja necesaria y el buen gusto para seleccionar a los integrantes de su formación.

                                             


Como músicos fueron desfilando figuras contrastadas como Julio Medovoy, Osvaldo Berlingieri y Osvaldo Tarantino, en el piano conductor. Ernesto Franco, Edelmiro Toto D'Amario, Eduardo Rovira o Celso Amato entre los varios fueyes de nivel que formaron en la orquesta. Los violinistas vinieron con sus alforjas bien repletas  de música para darle lustre a la formación. Y se alinearían, entre otros, Leo Lipesker, Simón Bajour, Tito Besprovan, Simón Broitman en violines, y Enrique Marchetto, por ejemplo en contrabajo. Varios de ellos fueron arregladores, además.

Disfruté a la orquesta en la Richmond de la calle Esmeralda y bailé con ella en la Confitería Nobel de Lavalle y Suipacha. Me solacé con cantores como Enrique Campos y Héctor de Rosas, pero también desfilaron en este rubro, Roberto Rufino, Carlos Roldán, el mendocino Rodolfo Galé, Oscar Larroca y Tito Reyes, entre otros vocalistas que le dieron lustre al conjunto. Tenía por entonces un amigo milonguero -mayor que yo- que lo trataba mucho a Roberto Caló y un día nos fuimos a tomar algo al Bar Suárez con él.

                                                   


Era tremendamente simpático, modesto, pero sabía que su pinta le daba muchos réditos en el ambiente femenino, aunque nunca hizo ostentación alguna y no hablaba de su vida personal. Recuerdo que nos contaba que le gustaban mucho las orquestas de Troilo y Di Sarli, y por supuesto la de su hermano. También guardaba respeto por la trayectoria de Osvaldo Fresedo. y entre los cantores ponía a Gardel y a Charlo como los más grandes.

Para recordar un poco su orquesta, su estilo y su buen gusto, selecioné dos temas. El instrumental La cachila, de Eduardo Arolas -a quien consideraba "lo máximo" como creador, y que llevara al disco en 1952, con un excelente arreglo. Y el vals Romántica de Leo Lipesker y Homero Manzi, cantado por Enrique Campos en 1953.

La cachila - Roberto Caló

Romántica- Roberto Caló-Enrique Campos



5 comentarios:

  1. Tal vez Miguel Calo fue el conjunto orquestal que "arrastro" mas
    gente..segun mi gusto ...Eran sus cantores Raul Iriarte y Roberto
    Arrieta Un excelente conjunto orquestal R.Arrieta (1982-83)
    trabajo en la parte social del Puente Zarte-Brazo Largo ..fuimos
    compañeros de laburo--Yo trabajaba en Techint-Albano---Un cantor "de aquellos"....y buen tipo..-

    ResponderEliminar
  2. Siempre de pinta, empilche, patillas y clavelito al ojal...

    ResponderEliminar
  3. la decada del 40 fue el triunfo total y absoluto del tango---
    orquestas y cantores que nunca mas se repitieron....locales para
    escucharlos....desde esquina Corrientes y Maipu a Corrientes y Callao---(once cuadras) y 28 casas de tango...la juventud
    enloquecida de placer....mi vieja,una vez por semana me llevaba a disfrutarlos...Yo tenia 11 años---este fenomeno, nunca
    mas se repitio..muchos de esos lugares se convirtieron en
    "copetines al paso"...y se termino la alegria....

    ResponderEliminar
  4. Así es la vida. A cambio de aquella maravilla irrepetible y de una bohemia que no vi en ningún país del mundo (que yo haya visitado), hoy el tango es conocido y bailado en el mundo entero. En Rusia, en Australia, en Colombia, en San Francisco, en Japón, hay orquestas de tango que tocan las viejas partituras de las grandes orquestas argentinas. Y las grabaciones aquellas siguen sonando como entonces.

    ResponderEliminar