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sábado, 19 de septiembre de 2015

A mí me copa el tango

Sí, lo cantaba Abel Córdoba con la orquesta de Pugliese, pero al margen, yo podría decir lo mismo que él y los hechos lo demuestran. Me deleito escuchando a algunas orquestas o cantores y cantantes, y ni te cuento, cuando la oreja, el cuore y las gambas me reclaman en la pista para bailarlo. El tango es único por todas las emociones que nos deja, en cualquiera de estas maneras que cito.

Y lo importante que fue, que haya habido un intérprete como Gardel que le quitó la virginidad al tango cantado, que creó una escuela y un modus cantabile.  Y los músicos que fueron marcando el rumbo para que en los años cuarenta tuviéramos un aluvión de orquestas de primerísima línea como las de Troilo, Di Sarli, D'Arienzo, Pugliese, Caló, Tanturi, Biagi, Demare, Gobbi, De Angelis, D'Agostino, que sumado a las otras que venían de atrás y las que iban naciendo, son las que con sus grabaciones nos alumbran el camino de la milonga en todas partes.

                                   


Podés bailarlo sencillo y sin entrada
¿no ves que es un tango simple y querendón?
si hasta es capaz de hacerte la gauchada
de, sin palabras, ganarte un corazón.

Estos versos son los que grabó Abel Córdoba con Pugliese en noviembre del 82, y que simbolizan en el título, que es el que encabeza hoy el blog, la pasión que trasunta el tango. Y como hoy tengo BIEN MILONGA, en la Casa de Aragón de Madrid, desde las 21 horas, y estoy preparando los tarros y las música para esta noche, como modo de ir entrando en faena, los llevo a pasear milongueando por el mundo.

Por ejemplo, arranco en la isla de Creta, Grecia, donde, en el Sunny Tango Festival bailan Jorge Tsaousoglou & Ionna Andrikopoulou, el tango Pensalo bien, por Juan D'Arienzo y su cantor Alberto Echagüe



Y ahora, como no tengo nada que hacer, me doy un garbeo por Estocolmo -Suecia- para ver este interesante intercambio de roles entre Helen La Vikinga y Javier Guiraldi, que se mandan con la milonga La cicatriz,  por Juan D'Arienzo y Alberto Echagüe.





Y de aquí a San Petersburgo en Rusia para admirar a Alejandra Mantiñan, bailando con Filippo Avignonesi, el clásico valsecito de siempre: Desde el alma, por la orquesta Color Tango, con el mismo arreglo con que lo grabara la orquesta de Pugliese.

                                           
                                       

¡Qué te parece Cholito!                                                                            

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