Translate

lunes, 9 de febrero de 2015

D'Arienzo y los milongueros

Despreciado por los críticos, criticado por Piazzolla pero apoyado por los directores de orquesta como Pugliese o Troilo, fue el público quien instaló a D'Arienzo en la cima del gusto popular, especialmente para bailar. Fue durante años la orquesta que más discos vendió y en ese sentido batió record tras record. Yo recuerdo como mi hermano y otros muchachos mayores se juntaban en la plaza vecina con una victrola de aquellas de darle a la manivela y se pasaban el rato poniendo discos de D'Arienzo, cuando arrasaba en todos los barrios porteños.

Atesoro además mis viajes a la casa de mis tíos en Mendoza, por ejemplo, donde la orquesta más importante imitaba su estilo, e incluso el cantor hacía el repertorio de Alberto Echagüe, en su manera. Se trataba de Los Mancifesta, que llenaban en toda la provincia. Y cuando íbamos al Centro Lucense de Olivos,  con la barra los domingos, la orquesta que estaba siempre allí, Víctor Di Capua, hacía exactamente lo mismo. O Tito Martín en la Confitería Montecarlo de la calle Corrientes. En todo el país había orquestas que tocaban en el Estilo D'Arienzo, copiando prácticamente sus partituras.

                                             


Hoy a tantos años de su arranque impresionante en la segunda mitad de los años treinta, en el Reporte de investigación de 2014 que ha realizado Tango Tecnia en toda América, Europa, Asia y Caribe, hay un apartado sobre las Orquestas preferidas para bailar. Y muestra en la Gráfica 27, primero  a D'Arienzo con 773 votos y el 81,28% de aprobación. Le siguen Di Sarli, Pugliese, Troilo, Canaro, Caló, De Angelis, Tanturi, Fresedo y Biagi, en ese orden, entre los diez más votados.

Es lo que uno ha vivido a lo largo de su periplo milonguero. A los 18 años, yo ponía la música en los festivales que hacíamos en el Club del Barrio para diversos fines. Y ya me conocía esta historia porque la vivía a diario, en la radio, en los discos que compraba mi hermano y  en las primeras prácticas que hice con los muchachos grandes de la barra.  La frase de Barquina (Francisco Loiácono) "D'Arienzo hace bailar a los muertos" o "Los fiambres se levantaban", muy de su estilo festivo, pinta a las claras el impacto que ejercía sobre los bailarines de ambos sexos.

                           
La Orquesta de Juan D'Arienzo que rompía records con Laborde y Echagüe (1945)


Hace 5 o 6 años fui a bailar por la tarde a Lo de Celia, un lugar muy concurrido de la calle Humberto 1º, al que se asciende por una escalera. Se había retirado bastante gente y la dueña se acercó y en voz baja me mandó el aviso: "Aquella mujer quiere bailar contigo. Justo ahora que voy a poner a D'Arienzo..." No soy de aceptar tales invitaciones, pero para no hacer un desprecio le pregunté si bailaba bien y me dijo: "Sí, es muy milonguera, la que está de blanco mirando para acá". Era una mujer que pasaba los cincuenta cómodamente. La saqué y bailamos. Como noté que lo hacía muy bien, me dí máquina como si tuviéramos veinte años y volábamos por la pista. Cuando terminamos, me dijo: "Me hiciste volver a mi juventud. No sabés cómo lo he disfrutado... Una maravilla:"

Ése era y es D'Arienzo. Por eso me causaban gracia ciertas opiniones de organizadores de milongas o disc jockeys noveles que llegaban a España y despreciaban profundamente a esta orquesta y preferían a otras que no me provocaban reacción alguna. Aunque, lógicamente como se trataba en su mayoría de bailarines que estaban llegando al tango y no dominaban los registros, ni distinguían una orquesta de otra, bailaban los que les echaran.

                                               
Polito en el piano y Puglisi con su violín, D'Arienzo dirige


Todavía sigo sintiendo un fuego especial cuando pongo a D'Arienzo en sus versiones de Don Pacífico, La catrera, Indiferencia, Pampa, Felicia, No mientas, Derecho viejo, Mandria, El Marne, o cualquiera de esa época en que era imbatible. Me hace cosquillas en los pies y en el cuore y me mando a bailarlo con el mismo ímpetu que en aquellos años. Y ojo que también batió records en sus presentaciones en provincia o en la vecina Uruguay, donde lo idolatraban, y en la que surgieron muchas orquestas que imitaban su estilo sin disfraz alguno.

Cuando se lanzó como director, con la batuta, luego de varias experiencias, igual que todos, supo que el pianista sería el músico fundamental en su orquesta. Y tuvo tres que le dieron ese toque maravilloso y único que lo distinguiría para siempre: Rodolfo Biagi, Juan Polito y Fulvio Salamanca. Estos dos últimos consolidaron y enriquecieron  lo que apuntó Biagi en sus tres años sentado en el dientudo de la orquesta. Además tuvo bandoneonistas de la talla de Héctor Varela, Enrique Alessio, Eladio Blanco, Felipe Ricciardi, Aldo Junnissi, Alberto San Miguel, Carlos Lázzari, Ernesto Franco y otros destacados que cuando entraban a saco en esos stacattos impresionantes, hacían temblar el piso con los tacos de los bailarines.

                                     


Incluso si nos fijamos bien, D'Arienzo tuvo grandes violinistas, comenzando por el inolvidable Cayetano Puglisi, el que realizaba los solos. Y los Milo Dojman, Bernardo Weber, Mauricio Misé, Blas Pensato, Moisés Svidsky, Pedro Liserre y otros que enriquecieron musicalmente a la orquesta. Cuando la orquesta arrancaba en Radio El Mundo con aquella marchita inolvidable y la voz de Antonio Carrizo: "¡Yo me presento así...!", a la que se agregaban las glosas de Barreiro Bazán, era todo un boom.

Lindos recuerdos que revivo permanentemente porque D'Arienzo sigue siendo el alma de las milongas, sin despreciar a otras grandes, que en un estilo distinto también dejaron una huella imborrable. Dicen que para muestra basta un botón, pero yo voy a poner dos para darle máquina a la página con ese ritmo que "hace bailar a los muertos"...

                                                     
La orquesta del arranque con Biagi al piano (de negro izq.)


Y arrastro de triunfo con el tango El resero, de Raimundo Petillo, grabado el 21 de noviembre de 1941. Y a continuación. Enamorado (Metido) del Príncipe cubano (Ángel Sánchez Carreño) que fuera portero del Chantecler; lo canta Héctor Mauré y lo grabaron el 23 de junio de 1943.

12- El resero - Juan D'Arienzo

18- Enamorado (Metido) - D'Arienzo-Mauré

8 comentarios:

  1. Estimado JM: Alrededor del 50, yo tenía 15 años, y desde Ingeniero White, visitaba en las vacaciones a mis tíos. Hincha de D´Arienzo recuerdo que quería comprar discos de Rey, en una disquería que creo estaba en la Avenida de Mayo al 2700 - o por ahí - y me exigian (me habrán visto cara de paisano) que previamente comprara por lo menos dos de alguna otra típica que grababa en RCA Y escribí algo para Juancito que va en el próximo mensaje. Abrazo Tino

    ResponderEliminar
  2. Se llama
    EL REY DEL COMPÁS

    Nació grillo, en Balvanera
    y allá por el treinta y cuatro,
    se impuso en el dos por cuatro,
    con el tango a su manera.

    Y antes que el tango cayera,
    él, confiado en su mandato,
    le acercó, bien posta, el dato
    para empardar la carrera.

    Supo el por qué, supo el cómo,
    lo dio todo, y además
    se echó el tango sobre el lomo

    sin importarle jamás
    lo que pensaran los plomos.
    ¡El es el “Rey del Compás!“.

    ResponderEliminar
  3. Era impresionante lo que vendía. Pero la Avenida de Mayo termina prácticamente en el 1400. Lo habrás comprado en Casa América, que era la tienda de música más grande de su época. Estaba en la Av. de Mayo 959. Yo trabajaba en La Razón, en Av. de Mayo al 700. Jugábamos a la generala en el Tortoni (Av. de Mayo al 800) y lo hacíamos por LongPlays. que comprábamos allí. ¡Qué época!... Lindo el versito...

    ResponderEliminar
  4. Tenes razón, era Casa America, yo paraba en Carlos Antonio López 2711, me parece que era una sucursal, pero ¡SON AÑOS!! Abrazo

    ResponderEliminar
  5. Me acuerdo de las glosas de "Tony " Carrizo en las presentaciones. Puede ser que el paso de los años haga que le erre a algunas de las estrofas, pero que la sabiduría de Dn.Otero, sabrá corregirme:
    Desde el suburbio a Esmeralda y de Palermo a Puente Alsina,
    esta es la orquesta que encuentro floreándose en cada esquina;
    este es el astro que llega, trayendo su emoción honda
    y aquí los dejo con ustedes para que así les responda.

    ResponderEliminar
  6. Otra pesentación de Carrizo, decía:
    LLega el piano que es gorgeo, el bandoneón que es repique,
    el violín que es sinfonía, y el contrabajo que es dique.
    Y si el se presenta así, marcando este compás,
    que continúe nomás, demostrando de este modo,
    que si el se presenta sí, nombrarlo ya está demás.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tenés buena memoria. Yo no tengo tanto en la zabiola.Y te digo que soy muy amigo de Tony, trabajé con él en Rdio El Mundo, comimos juntos tantas veces, e incluso en Madrid nos vimos a diario cuando estuvo unos meses como agregado cultural en la Embajada. Luego incluso volvió y comíamos con Alfredo Di Stéfano y recordábamos tantas anécdotas que nos quedábamos solos en los restaurantes...

      Eliminar
  7. Gracias Otero.Yo soy un viejo de 78 años.Nací en 1937 y a los 10 años(1947), ya hincha fánatico de River, ví jugar a Distefano, integrando el famoso equipo que salió campeón de punta a punta. Formaba con Grisetti, Vaghi y E.Rodriguez; Iacono,Rossi y Ramos, Reyes, Moreno, Distefano, Labruna y Loustau. También lo integraron Carrizzo, Joaquin Martínez, Antonio Báez y otros enormes jugadores que ahora no recuerdo..

    ResponderEliminar