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martes, 2 de septiembre de 2014

El Sexteto de Maffia

El fabuloso e histórico dúo de bandoneones que formaron Pedro Maffia y Pedro Laurenz en el Sexteto de Julio De Caro, se separó definitivamente después de la última grabación que hicieron con De Caro, el 29 de noviembre de 1926. De un lado tenía el tango de Francisco De Caro, Sueño azul y en el reverso, el tango de Adolfo Mondino: Coperito.

Pedro Maffia tenía entonces 27 años, había hecho una gran carrera desde su arranque con Roberto Firpo en su consagrada orquesta, y con su bien ganada fama,  había cosechado una legión de seguidores de su estilo. Maffia no era nada ampuloso en la ejecución y su sonido era más bien chico, apagado, mate, de gran belleza y totalmente alejado de los bandoneonistas de la primera época.

                                     


Aníbal Troilo fue de sus grandes admiradores y lo iba a escuchar cuando tocaba con Julio De Caro. Entonces observaba  embelesado ese rostro hierático, la carencia de gestualidad alguna, la sobriedad en la ejecución, el hecho de no abrir el fueye totalmente ni cerrarlo abruptamente, una técnica distinta y un arrastre que marcó época. El contraste con su compañero Laurenz era tremendo, pero se complementaban a la perfección y crearon escuela. La de Pichuco es Maffia totalmente, con cosas de Ciriaco Ortiz, como esos ornatos que aparecen en cualquier momento.

Pedro Maffia pensó que había llegado el momento de tener su propia formación y en diciembre de ese año 1926, convocó, según sus propias palabras, a cinco músicos de notables condiciones técnicas, pero que aún no tenía gran nombradía. Los elegidos fueron: Emilio Vardaro y Emilio Puglisi en violines; el zurdito Alfredo De Franco como segundo bandoneón, a su lado; Osvaldo Pugliese al piano y en el contrabajo Francisco De Lorenzo.

                                         
Abajo: Vardaro, Maffia y De Franco; En medio E. Puglisi y Pugliese. Arriba: F. De Lorenzo

El debut del Sexteto de Maffia fue el 1 de diciembre de 1926 en el Café Colón, de Avenida de Mayo y Buen Orden, donde había creado gran afición Julio De Caro con su conjunto, tres años antes. Cayetano Puglisi suplantó transitoriamente a su hermano Emilio que estaba de gira con Francisco Canaro.

A continuación fueron contratados para actuar en los distinguidos salones del Club Atlético San Isidro y en las grandes fiestas bailables que ofrecía el Tigre Club. Los populares bailes de carnaval, los realizarían en el Centro Eslava y para tal ocasión, el Sexteto se extendió a orquesta con el ingreso de Alberto Cima, Francisco Requena y Ángel Maffia en bandoneones; Eugenio Nóbile y Remo Bernasconi en violines; Francisco De Caro y Sebastián Piana en sendos pianos.

Orquesta Maffia en 1927. Arriba: Ferrazano, Pugliese y De Lorenzo, En medio Campanone, Maffia y Puglisi. Abajo: Ottaviano, Vardaro y De Franco.
                                     
Pero como hoy estoy hablando de un Sexteto que hizo roncha en aquellos años que se avecinaban con los pródigos treinta, vamos a tratar de rescatar  esos sonidos en el Sello Brunswick. El primero que imprimieron en el disco es el tango de Pedro Maffia (que lleva letra de José Horacio Staffolani), en forma instrumental: Piba boba. Y ya con algunas variantes por la ida de Pugliese, Vardaro y De Franco, que se integrarían en el nuevo Sexteto Vardaro-Pugliese; esta versión del tango de Peregrino Paulos: Inspiración, ambos registrados en el año 1929.

Vamos de reculié.

156- Piba boba - Sexteto Pedro Maffia

02- Inspiración- Sexteto Pedro Maffia

 

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