Translate

lunes, 25 de noviembre de 2013

El Tigre Millán

Muchas versiones han corrido sobre la personalidad del hombre que refleja en su tango, Francisco Canaro. Los guapos u hombres de acción, han sido hasta admirados por Jorge Luis Borges, que ha escrito imborrables páginas sobre algunos de ellos. En Argentina se le endilga el mote de guapo, al que se juega en todo momento, al que desafía las grandes dificultades, al que no le teme al riesgo ni a la pelea en inferioridad de condiciones. Normalmente en España, el adjetivo ya fuere masculino o femenino, se dedica coloquialmente a los bellos y bellas.

Francisco Canaro estrenó este tango en la comedia musical "La canción de los barrrios", que se pudo ver en el Teatro Sarmiento -desaparecido en 1937 para la construcción de la Avenida 9 de Julio-, el 17 de marzo de 1934. junto a otro lote de temas. Lo grabó ese mismo año, el 22 de mayo, con la voz de Ernesto Famá en los versos. Incorrectamente aparece en los créditos iniciales del mismo Ivo Pelay como coautor del tema, pero la confusión se origina en el hecho de que Pelay era autor del libro de la comedia, junto a Canaro, no sólo en ésta sino en muchas más que firmó con Pirincho.

                                       

Hace muchos años se repasaba por radio la historia de los guapos que alberga la mitología porteña. El autor de las novelitas era un anticuario que conocí porque me aceptó para competir en un famoso concurso de preguntas y respuestas por Televisión, sobre la historia del tango. Y entre otras me contó la historia de El Tigre Millán, que olvidé rápidamente.

                                   
D'Arienzo y Canaro en Montevideo

Desde entonces han surgido varias versiones sobre la personalidad real del Tigre, y ya sabemos que la leyenda y el boca a boca en estos casos aguzan la imaginación de mucha gente. Conozco varias versiones del tema que Canaro jamás se esforzó en desmentir, caso contrario, perdería su condición de misterio y de mito. Cuantas más historias al respecto, mayor es su repercusión, al margen de que el tango tiene un gancho bárbaro y la interpretación de D'Arienzo, con Alberto Reynal, Alberto Echagüe o Mario Bustos en 1940, 1952, y 1958, respectivamente fueron todos golazos y los sigo bailando en las pistas.

                                                   


Mi amigo Gabriel Laurino, que pisoteó las mismas baldosas que yo, en los confines de Parque Patricios y Pompeya, me recuerda al respecto, la historia que le contó su abuelo.

-Los personajes de esta anécdota son dos: por un lado mi abuelo materno, oriundo de Fermoselle , Castilla La vieja (Municipio de Zamora - Hoy Comunidad de Castilla y León), aparecido por estas latitudes allá por los primeros  años del siglo pasado, creo que entre 1906 y 1908.
Fue el pionero de los coches a caballo como vehículo de transporte de la vieja Buenos Aires. Posteriormente, junto con un coterráneo y otros inmigrantes, crearon los primeros automóviles taxímetros.Vivía mi abuelo por esos tiempos en Valentín Alsina, cruzando el Puente que inmortalizara Tagle Lara en ese hermoso tango cantado por Jorge Vidal.

-El otro personaje: "El Tigre Millán" nombrado en el tango homónimo, que no era bastante morocho, ni picado de viruela, ni tampoco tenía el pelo lo mismo que mota, como lo describe el tango. El Tigre era (según mi abuelo Ángel Santos Guerra Mayor), rubio, de ojos celestes y muy pintón. Tenía éste una parada de diarios en la esquina de Avenida Roca y Avenida Sáenz, y era bravo.
Paraba el coche Ford negro cuadrado del comisario y le gritaba desde adentro del auto:"Tirame el dario", y Millán le respondía "Primero tire usted los cinco guitas".

-Nos comentaba Don Ángel a hijos y nietos en la sobremesa familiar, que más de una vez cuando él pasaba con su Hudson Terraplán -coche tipo remise con dos asientos rebatibles detrás de los del conductor-, el Tigre entraba al vehículo y tirándose en el piso le decía, apurándolo:

-Gallego, ¡rajá, no parés hasta cruzar el puente que me sigue la yuta (policía)...

-Al Tigre lo mataron los dos hermanos de una chica que salía con él, según mi abuelo. Subía como de costumbre en el tranvía 9, por la parted delantera del mismo voceando los periódicos, y descendía por la trasera, como se usaba en aquella época.

-Allí lo esperaron aquella mañana fatal los candidatos a cuñados y lo mataron de tres balazos, cuando se tiraba del tranvía con sus periódicos.

Real o deformada oralmente, es una historia más que se agrega al mito del Tigre Millán, y que como todo lo que tocó Canaro, produjo jugosísimos dividendos. En todo caso, una mancha más , ¿qué le hace al Tigre? Incluso en  Valentín Alsina le han hecho un monumento en aluminio, obra de José Pereda un escultor nacido en Madrid en 1948 y radicado en ese partido de Lanús.  

                                                           
El Monumento al Tigre Millán en la bajada del Puente Alsina

Podemos escucharlo y recordarlo en la versión que grabara  Juan D'Arienzo con Alberto Reynal del 22 de agosto de 1940. Bien milonguero por cierto.

127- El Tigre Millán - D'Arienzo-Alberto Reynal


8 comentarios:

  1. Este tema es uno de mis tantos preferidos y sobre todo la última versión grabada por DÁrienzo con Mario Bustos(El Duke) en el 1958 . . . sin desmerecer para nada las anteriores con Alberto Echague o Alberto Reynal,y la historia/leyenda es interesante y propia de aquellos tiempos . . .

    ResponderEliminar
  2. ¿Como hubiese variado el argumento, si ponìa Canaro que era rubio y de ojos celestes?.¿Como hubiese acomodado la letra de un guapo tan distinguido?. Creo que hubiese sido un fracaso. Como fue concebido es un éxito eterno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi papá, antonio millan cozas, nació en villa ballester el 1 de febrero de 1919, llevó el mismo nombre y los dos apellidos como
      mi abuelo, nacido en España y recalado en argentina por 1914 ahi en ballester, siempre me contó que el tigre era rubio y de ojos claros igual que él, que había heredado los colores de mi abuela, doña ignacia torreño gutierrez. Mi abuelo si era moro, pelo negro y de mucha barba. Asi que lo de bastante morocho era por una cuestión de malevaje. Los rubios eran los compadritos o cajetillas. El guapo tenía que tener un corte en la jeta, mirada torva, cejas espesas, lengue y otras yerbas que dieran con la figura maleva.....y canaro que no era lerdo, ideó a partir del rubio la leyenda con ritmo de tango. Millán era rubio de ojos claros, canillita y pintón y lo amasijaron como a tantos por el honor de una hermana, lo que no habrá sido más que una excusa.

      Eliminar
  3. Y tambien supe, ya que destapamos ollas, que Canari era bastante chorro, en c.de patagones vivía un pianista de radio el mundi, belgrano y otras, que le compuso un vals a la esposa: "mi adorada inés" y canaro se li choreó y tambuen me contó que tita merello de humilde no tenía nada, que era.......mala y soberbia y eso li corroboré cuabdi en 1992 ella trabajaba para Lra1 Radio Nacional......casi li destripa al director de Viedma porque le pidió que salga al aire elb8 de marzo y salude a las mujeres de la patagonia......mama mía......que en paz descanse........

    ResponderEliminar
  4. Y tambien supe, ya que destapamos ollas, que Canari era bastante chorro, en c.de patagones vivía un pianista de radio el mundi, belgrano y otras, que le compuso un vals a la esposa: "mi adorada inés" y canaro se li choreó y tambuen me contó que tita merello de humilde no tenía nada, que era.......mala y soberbia y eso li corroboré cuabdi en 1992 ella trabajaba para Lra1 Radio Nacional......casi li destripa al director de Viedma porque le pidió que salga al aire elb8 de marzo y salude a las mujeres de la patagonia......mama mía......que en paz descanse........

    ResponderEliminar
  5. ¡Qué cosas!...¿no?. Gracias Isabel por tu participación.

    ResponderEliminar
  6. los errores son a causa de los dedos grandes y el teclado chiquito, pero se entendió, no?

    ResponderEliminar
  7. Uno de los personajes mejor definidos en tres estrofas. Sin duda el sentido del honor que se le atribuye juega mucho en ese proceso. Imposible no quererlo y respetarlo.

    ResponderEliminar